Las dificultades a las que me he enfrentado como joven en el área laboral, principalmente, ha sido la falta de experiencia.

Yo carezco de experiencia laboral previa puesto que toda mi atención la puse a mis estudios. Mi tiempo completo lo dedicaba a mis estudios y realmente yo creí que con eso me bastaría, hasta que me enfrenté al área laboral.

Y justo una traba muy grande fue la falta de experiencia. Fue claro que cuando acudes a varios lugares a conseguir trabajo te enfrentas a un mercado laboral competitivo.

Fue una experiencia que me pasó, ya que muchas veces competí con candidatos que tenían más experiencia que yo para conseguir un mismo puesto de trabajo y me discriminaron por la edad.

En muchos de los casos los empleadores mostraban preferencia por personas que tenían más años, incluso por quienes ya estaban trabajando y siempre preferían las personas de mayor edad.

Mi falta de contactos también ha sido una traba muy grande que he enfrentado en el área laboral ya que, pues, profesionalmente es un poco más difícil encontrar oportunidades laborales y no tienes alguien que te recomiende.

Justo el no tener experiencia laboral y equilibrar el trabajo con mi vida personal fue un desafío demasiado grande al que tuve que enfrentarme, ya que es complicado dividir mi vida, tener espacios para mí, para mi familia y, al mismo tiempo, tener que buscar trabajo y seguir estudiando.

Un aspecto que es muy importante, porque sé que a todos nos ha pasado en lo personal, es enfrentarse a la precariedad laboral.

He conseguido trabajos que son temporales, de tiempos parciales o de tiempo completo con salarios muy bajos y beneficios limitados que, inclusive, no te permiten crecer personalmente ni en el ámbito de laboral.

Estas, considero, son las principales dificultades a las que me he enfrentado como joven y, bueno, siendo joven, sé que se me pueden presentar otras más, pero en este momento son estas las que he vivido.

Acerca de esta carta como un testimonio hacia Manada por el compromiso que ha tenido en buscar nuevas maneras de poner el emprendimiento en marcha a través de propuestas accionarias que invitan al emprendedor a aprovechar las herramientas para crecer.

Como emprendedora, me permito opinar sobre el emprendimiento en México, primeramente, reiterando que no es fácil y que encontrar espacios de apoyo requiere de mucho ya que suele ser bajo esquemas de competencia.

Naturalmente el mercado trabaja bajo este último tipo de esquema, pero no se han visto nuevos lazos en el mundo emprendedor. ¿Cómo logramos generar las condiciones socioeconómicas para trabajar como emprendedores en conjunto? claro, cada uno bajo su proyecto en individual, pero con un apoyo colectivo, como Manada tiene en mente.

Es una realidad en México que los sistemas sociopolíticos y económicos han dificultado a las nuevas generaciones de poder tener una tranquilidad en un retiro para alguna edad mayor en sus vidas, por lo que, si el emprendimiento ya empieza a crecer desde hace algunos años atrás, ahora estará más intrínseco que nunca; el mismo mexicano comenzará a aportar a la economía nacional y se comenzará a tener más presencia de empresas mexicanas que internacionales.

Bajo las vivencias que he tenido emprendiendo en mi vida, la dedicación y alto esfuerzo son necesarios, así como el conocimiento de información y legalidades, pero sobre todo la resiliencia y el trabajo en equipo son aquellos que permiten los acuerdos de crecimiento entre individuos unidos por un proyecto motivado hacia el cambio.

Con atención y honestidad, dejo este breve testimonio para ser leído y usado con peso para otorgarle uno de los varios puntos de salida para Manada.

Atentamente

Valeshka Alexandra Espinosa Downton